Capítulo 7:

Hola tributos, siento el retraso, pero ayer no pude subir el capítulo porque tuve un problema de internet. Pero lo importante es que aquí está el capítulo 7 , ¡ espero que lo disfrutéis! :)

Cuando despierto el cielo del Capitolio está teñido de un precioso color anaranjado. La luz se refleja en los cristales de los edificios próximos creando un efecto de preciosas luces multicolores.
Me siento en el borde de la cama y me froto los ojos con las manos para despejarme, después me levanto y voy al armario , me doy cuenta de que no sé que narices tengo que ponerme, así que me decanto por una camiseta y unos vaqueros, ya decidiré luego que ponerme.
Salgo de mi habitación y llego al comedor, no hay nadie, y eso me alegra. Me sirvo una taza de chocolate caliente, una tostada con mermelada y una manzana y me siento en la mesa. Como tranquila, sin nadie que me moleste, al menos hasta que llega Dalia.
- Buenos días- me dice con una sonrisa- ¿ preparada para tu primer día de entrenamiento? .
- Sí, preparada- le respondo.
- Pues buena suerte.
- Una pregunta, ¿ qué se supone que me tengo que poner para el entrenamiento? - sé que es una pregunta estúpida, pero con tal de hablar de algo y evitar un incómodo silencio.
- Ah, respecto a eso, encontrarás tu chándal en la cómoda que hay a los pies de tu cama.
- Ah , vale- digo.
- Otra cosa. A las diez menos veinticinco tienes que estar en el ascensor.- no hay problema, todavía son las ocho y cuarto, así que tengo tiempo de sobra. Hoy dedícate a practicar con armas, pasa por algún puesto de supervivencia y haz alguna pista de obstáculos. Los profesionales intentarán intimidarte, olvídalos, ese no es tu juego , ¿ entendido? - yo asiento con la cabeza.
Termino de desayunar y me despido de Dalia, de camino a mi cuarto me encuentro a Aaron , pero no somos capaces ni de dirigirnos un mísero hola. Me meto en mi cuarto y voy directa al baño. Elijo un programa que hace que todo mi cuerpo se quede oliendo a vainilla, simplemente delicioso. Después salgo del baño y voy a la habitación . Efectivamente, como dijo Dalia, en la cómoda hay un chándal y unas deportivas.  Me pongo los pantalones negros y la camiseta de tiros de color blanco, después me ato las deportivas, que resultan ser bastante cómodas.
Vuelvo al baño y me lavo los dientes, después me cepillo el pelo y me lo recojo en dos trenzas . Cuando termino todavía son las nueve menos cinco, me quedan cuarenta minutos. Me siento en la cama y espero a que caiga un milagro del cielo y llegue algo que me quite el aburrimiento, pero no pasa nada.
Han sido los peores cuarenta minutos de mi vida, pero por fin ha pasado. Ahora estamos en un enorme gimnasio donde faltan por llegar bastante tributos, pero para mi mala suerte los profesionales sí están, todos y cada uno de ellos.  La chica del dos es la más bajita de ellos, y eso que ella me saca lo menos dos cabezas y debe pesar unos treinta kilos más que yo.
Cuando dan las diez en punto Atala , la entrenadora jefe empieza a explicar los diferentes puestos y lo que hay que hacer en cada uno de ellos. Ahora me fijo en cada uno de los tributos, los profesionales , cómo no, son enormes, el chico del once también lo es, la chica del doce es muy bajita, pero no tanto como yo, y el chico parece bastante fuerte, la única persona más bajita y flaca que yo es la pequeña del once.
Los entrenamientos comienzan, yo voy directa al puesto de herbología. El entrenador es muy simpático, y parece que sabe que soy lista, porque hay veces que no se molesta en explicarme muchas cosas.
- Esto son jaulas de noche- dice cogiendo un puñado de bayas de color morado - Altamente venenosas, no las comas bajo ningún concepto.
- Estaría muerta en menos de un minuto - digo, si son tan venenosas como él dice mi reflexión es la correcta- Procuraré no comerlas .- digo con una sonrisa.
Salgo del puesto de herbología y voy al de nudos, el entrenador también es simpático , y después de explicarme unas cuantas trampas básicas me deja practicar a mis anchas. Después voy a una pista de obstáculos, parece complicada, pero debido a mi tamaño y peso puedo hacerla como si fuese una pluma, me fijo en que las personas que hay conmigo, que son la chica del nueve, la del siete y el chico del seis me miran fijamente.
- Genial Brooke, ahora saben que eres rápida. - digo en voz muy bajita.
La hora de comer llega. Yo me siento sola en una mesa , la chica y el chico del doce se pasan todo el rato juntos, me están empezando a poner nerviosa , mucho, no soporto el teatro que se han montado, ¿ no se dan cuenta de que en unos pocos días tendrán que estar en una enorme matanza y tendrán que matarse el uno al otro?.
La hora de comer termina y volvemos al entrenamiento, yo practico un poco con los cuchillos, que no se me dan mal . Empiezo a alegrarme, por haber encontrado un arma que más o menos se me de bien, cuando llega la chica del dos y empieza a lanzar cuchillos a lo loco, siempre da donde quiere dar, entonces me queda una cosa clara, ella nunca falla.
Los tres días de entrenamiento pasan rápido , sin darme cuenta ya estoy sentada esperando a que la sesión privada de Aaron termine para demostrarle a los vigilantes de lo que soy capaz. Creo que haré una pista de obstáculos, demostrar mis habilidades con la herbología  no me daría más de un tres, y si en cambio manejo cuchillos corro el riesgo de fallar y quedar en ridículo.
- Brooke Green - dice una voz metálica a través del altavoz.
Me levanto y esquivo las miradas que me lanzan los demás tributos. Las puertas se abren y ahora estoy sola en e gimnasio. Los vigilantes están encima mía, borrachos y comiendo como cerdos, pero en cuanto entro sus miradas se clavan en mí, me han visto en los entrenamientos y saben que soy lista.
Me acerco a la pista de obstáculos más difícil que hay. Respiro hondo un par de veces antes de empezar y luego arranco lo más deprisa que puedo. Primero paso por una serie de ruedas colocadas en el suelo, después escalo una red en muy poco tiempo, paso por una pared muy estrecha sin ningún problema, después me meto en un charco de agua provisional que ha colocado en el suelo, paso debajo de una red que está muy cerca del suelo  y para terminar paso entre unos palos que hay colocados en zig- zag.
He sido bastante rápida, pero la cuestión es, ¿ habré sido lo suficiéntemente rápida?
- Puede irse señorita Green - dice el vigilante jefe.
Yo salgo del gimanasio y me meto en el ascensor. Pulso el botón número cinco y en menos de treinta segundos estoy en mi planta. Las puertas del ascensor se abren para dejar ver a todo mi equipo, que parece emocionado
- ¿ Qué tal ha ido? - pregunta Nicky .
- Bastante bien - digo- no creo que me den más de un seis- digo con una sonrisa.
- ¿ Y eso es bueno? - dice ella con un ligero toque de sarcasmo.
- Sí, si lo que quiero es pasar inadvertida sí - digo con una sonrisa.
Con esto doy por finalizada la conversación y me voy a mi habitación. Una vez dentro me quita el chándal y me meto en la ducha, después me visto con un precioso vestido de color blanco y una diadema a juego. Cuando termino de vestirme todavía son las seis, quedan dos horas para la cena.  Salgo de mi habitación con la esperanza de encontrar a alguien que me ayude a superar el aburrimiento. Al salir veo a Thomas , no es el que mejor me cae, peor es la única opción.
- Hola Thomas- el parece extrañado por la alegría de mi voz.
- Pasa algo - me dice . ¿ Tanto se nota que hablo con él porque me aburro ?
- Bueno, es que me aburro - digo- no sé que hacer.
- ¿ No has ido al tejado? - me dice, yo niego con la cabeza.- Ve , puedes ir, no hay problema.
- ¿ En serio ? - pregunto ilusionada.
- En serio
Voy al ascensor y pulso el botón trece, la puerta del tejado no está cerrada con llave, cosa que me sorprende. Cuando salgo al exterior me quedo maravillada con lo que veo, edificios enormes de colores, prácticamente se puede ver todo el Capitolio desde aquí . Al otro lado del tejado hay un precioso jardín, voy hacia allí y me tumbo en la hierba. Empiezo a hacer dibujos con los dedos en el aire, acaricio el césped con la punta de los dedos y me quedo dormida.
- Brooke, Brooke- alguien me despierta dándome golpecitos en el hombro . Abro los ojos y me encuentro con la cara de Aaron - Es la hora de la cena.
- ¿ Ya?- digo todavía medio dormida
- Sí . venga hay que bajar- dice tendiéndome la mano para ayudarme a levantarme.
Entramos en el ascensor y Aaron pulsa el botón número cinco. No sé por qué pero recuerdo la promesa que le hice a Sarah .
- Le prometí a tu hermana que te protegería - digo sin mirarle a la cara.
- Ella me hizo prometer que cuidaría de ti - eso me sorprende, así que Sarah quería que nos protegiésemos el uno al otro.
- ¿ En serio? - pregunto confusa.
- En serio - responde él.
- Entonces será mejor hacerla caso - digo yo - ¿ Aliados? - digo tendiéndole la mano.
- Aliados- dice él estrechándomela.
Justo entonces las puertas del ascensor se abren . Corremos hacia el comedor y nos sentamos en la mesa. Todos hablan de cosas sin sentido , yo me limito a mover mi sopa y comerla a pequeñas cucharadas, después llega la hora de la carne con ensalada con verduras diminutas, y de postre hay una deliciosa tarta de limón.
- Lo que no entiendo es por qué los del doce pasan todo el tiempo juntos, ¿ serán primos' - dice Aaron .
- No es obvio - digo. Es la primera vez que hablo en toda la cena , y los demás me miran confusos- Para mí sí lo es, están montando un teatro, ni siquiera son amigos. Seguramente sea una táctica para conseguir patrocinadores, seguro que el las entrevistas sueltan alguna bomba- es lo que llevo pensando desde hace días. Aunque los demás parecen sorprendidos por mi respuesta.
- ¿ Por qué crees eso ? - dice Thomas.
- Si de verdad fuesen amigos no estarían tan rígidos, el chico es buen actor, pero la chica ni de broma.
Esa es la última vez que hablo en toda la cena. Pero sé que tengo razón , esos dos traman algo, y descubriré lo que es sea como sea.
La cena termina y vamos a la sala de la televisión, van a dar las puntuaciones. Los profesionales sacan todos notas entre los ocho y los diez puntos. Aaron saca un cinco, como los tributos del tres.
- Brooke Green , con una puntuación de seis - ¡ Bien!, esa es la nota que quería, no soy mediocre , pero tampoco hay que tenerme en cuenta, me encanta